La voz de Gaby, delicada pero firme, conduce una melodía que evoca descanso y
esperanza. La producción acompaña de manera sutil, permitiendo que la letra sea
la protagonista: un recordatorio de que, así como las aves dependen sin temor de
su Creador, también nosotros podemos hallar paz en Su bondad y cuidado
constante.
El tema transmite una sensación de refugio, como si la canción colocara
al oyente en un espacio seguro en medio del ruido y la ansiedad del mundo
moderno.
Uno de los aciertos de “¡Oh! Qué Bello Es” es su capacidad para equilibrar
profundidad teológica con sensibilidad emocional. Gaby logra transformar un pasaje
bíblico en una experiencia íntima, invitando no solo a reflexionar, sino también a
descansar. Su interpretación refleja la convicción de alguien que ha pasado por
procesos personales intensos y que ha encontrado en Dios una fuente verdadera
de paz.
La canción no solo inspira fe; también proyecta un testimonio. En un tiempo
marcado por la prisa y la preocupación, Gaby propone, a través de su música, una
vida que confía: una vida que, por su paz, deja ver quién es Dios. Ese es quizá el
mayor valor de la canción: su capacidad para mostrar que descansar en Él también
es un acto que habla al mundo.
Con “¡Oh! Qué Bello Es”, Gaby Robles reafirma su identidad como una artista que
desea llevar a otros hacia el encuentro con Jesús. El resultado es una obra suave,
luminosa y profundamente reconfortante, que deja eco en el corazón mucho
después de terminar.
Comunicado de Prensa





















Redes Sociales